COMPARTIR ES VIVIR

La educación que recibimos tiene siempre sus consecuencias. Recuerdo unos libros que leía a mis hijos cuando eran pequeños, su protagonista Teo era un niño lleno de cualidades, entre las que se encontraba la capacidad para "compartir". Un concepto básicamente bueno y que además las nuevas formas de vivir están poniendo de moda.

Me estoy refiriendo a la costumbre que en los últimos tiempos hace furor en hostelería: compartir los platos. Ahora es muy habitual pedir en un restaurante todos los platos para compartir. ¿Y os habéis fijado en las consecuencias de esta nueva moda ?

Si el restaurante es de un cierto lujo, se ven obligados a cambiarte el plato para que tu croqueta de boletus no sepa a la almeja a la marinera que has tomado antes y luego otro plato más para servirte tu mini cuadricula de lasaña, porque tampoco da para más, el camarero no es Jesucristo haciendo el milagro de los panes y los peces.

Si el restaurante es más de andar por casa, entonces habrás tomado un plato combinado con una mezcla de sabores, que si tienes buen paladar habrás podido detectar en las dos pinchaditas que te han correspondido... y no es que yo lo critique, válgame Dios !!!. Pero, es que ahora cuando me preguntan que tal he comido o qué he comido, sea donde sea, mi respuesta generalmente es -no sé, la verdad es que no me acuerdo, creo que una lonchita de tataki, una alcachofa, etc.-. No me extiendo porque seguro que sabéis de lo que hablo.

Y ahora quiero compartir con vosotros los mejores productos para compartir de Mallorca :
Cualquiera de nuestras tablas, están pensadas para eso; las cajas de bombones, no deberías comértela tu solo, aunque a veces uno empiece y no sepa como parar; una de las tarrinas de helados de invierno que preparamos en el obrador, son de 500cl., por motivos obvios y por supuesto la tarta de tu cumpleaños.

Y por último, algo que prefiero no compartir: cualquiera de los postres de nuestra colección, sobretodo si es un postre Opera, soy #chocolateadicta.

M. Carmen Moreno Nieto