EL PANETTONE DE MALLORCA

El panettone es un dulce que viene de tiempo atrás, ha sobrevivido y alcanzado su esplendor en esta época en la que todo esta al alcance de todos. Urbi et orbe. Es un dulce de Navidad de origen italiano.

El panettone tiene su origen a finales del siglo XV, en las cocinas de Ludovico el Moro, Señor de Milán, su historia la podéis leer en Wikipedia. Yo os cuento mis recuerdos ligados al panettone. Cuando hace ya varias décadas viajaba por Europa con mi familia viendo pastelerías, existía en Milán una cadena de pastelerías-cafeterías propiedad de Angelo Motta que nos llamaba mucho la atención, en España no había aún nada parecido. Su producto estrella era el panettone, ellos le dieron esa forma de cúpula que le caracteriza y montaron una gran fabrica que los elaboraba a miles. Los exportaron a todo el mundo. Hace unos años esa empresa fue absorbida por otra y siguen enviado este rico dulce navideño que cada año goza de más adeptos a muchos países.

A España hace años que llegaron los panettones industriales italianos en sus características cajas de cartón, en casi cualquier gran superficie encontramos grandes pilas. Pero el panettone elaborado de forma artesanal hace sólo unos pocos años que se prepara en algunos, pocos, obradores de nuestro país.

En Mallorca lo elaboramos según las indicaciones de nuestro colega italiano de Relais Desert Iginio Masari. Os aseguro que no es una receta de las fáciles. No me creo esas recetas de internet - prepare su panettone en 5m -. Es una masa de brioche con huevos, harina, mantequilla, etc. a la que nosotros añadimos frutas confitadas o chocolate. Pero amasarlo, fermentarlo en su punto, cocerlo y conseguir la ligereza y esponjosidad que debe de tener requiere de una maestría que se gana con el tiempo.

En fin, un producto más que disfrutamos gracias a la globalización y que ha llegado para quedarse. Esta muy rico cortado en laminas verticales acompañado de un vino dulce o un cava si lo tomamos como postre. De un café o chocolate caliente para desayunar o merendar. Y a mi me encanta tostado con un top extra de mantequilla. Es, además, perfecto para regalar.

Al roscón, le ha salido un serio competidor, pero como sabéis en la variedad esta el gusto. Disfrutar de lo bueno que nos da la vida, es un signo de inteligencia. Un abrazo. Carmen Moreno Nieto.