HAY TURRONES Y TURRONES

Todos conocéis el turrón de Jijona y Alicante, más familiarmente conocidos como "el duro y el blando". Estas dos joyas de nuestra gastronomía las disfrutamos desde hace varios siglos, los árabes ya utilizaban almendras y miel para la mayoría de sus postres. De hecho, todos los dulces de la cuenca mediterránea, desde antes de nuestra era, tienen su base en estos ricos y calóricos productos.

Pero hay que innovar y los pasteleros hace ya muchas décadas crearon el turrón de Cádiz, de mazapán y frutas confitadas, los turrones de mazapán con coco, etc. Años más tarde ya en la segunda mitad del s.xx, se empezó a elaborar el turrón de yema, una verdadera delicia, cuando está bien hecho, lo ideal es tomarlo recién hecho.

Los turrones siempre han sido dulces muy cuidados por los profesionales de la pastelería, cada uno tiene sus recetas. Y lo siento, pero en esto si hay diferencia entre los elaborados en los obradores de pastelería y los industriales que encontramos en grandes cantidades en las grandes superficies

Lo que más debemos valorar en un turrón es la calidad de las materias primas y su frescura, por eso es un pecado maltratar al turrón cortándolo en pequeños cuadrados que terminaran secándose sobre una bandeja, perdiendo toda su jugosidad.

El chocolate entró a formar parte de los dulces de Navidad y de los turrones no hace tanto y ahora los turrones de trufa o praliné, son los más solicitados. Están tan ricos que no les ha costado nada ocupar los primeros lugares en nuestro top ten turronero. Los que elaboramos en Mallorca son bombones en formato turrón.

El de fresas con champán y chocolate blanco, el de trufa con sal de Ibiza, el de Mojito, el de trufa con whisky, etc. Solo se elaboran 6 semanas al año, si quieres probarlos recién hechos, este es el momento.

Como todo en la vida, si vamos a hacer algo, hagámoslo bien. Si vamos a comer turrón que sea el mejor.

M.Carmen Moreno