PALMERAS DE CHOCOLATE

Hace un mes me apunté a un curso de Mindfulness, siempre me han interesado estasnuevas tendencias psicológicas que nos ayudan a vivir mejor.

Tiene sus raíces en el budismo, en la meditación Vipassana. En Occidente lo ha popularizado Jon Kabat Zinn. Se trata de prestar atención al momento presente, a emociones, a sensaciones corporales, al entorno, aceptándolo todo sin juzgar. La meditación te ayuda a relajarte. El pasado y el futuro no cuentan y el fin es que te quieras más y seas más feliz.

Claro que cerrar los ojos y dejar tu mente vacía de problemas... si puedes, relaja. Y yo creó que abrir la boca y darle un mordisco a una palmera de chocolate, eso sí, aplicando las técnicas de mindfulness: olvídate de todo, disfruta el momento y céntrate solo en tus sensaciones, también te hace sentir mejor

Siente como cruje el hojaldre, como se funde el chocolate, como se mantiene en tus papilas el sabor de la trufa. Disfrútala con calma. Luego sigue tu camino y probablemente el mundo se habrá vuelto más acogedor.

Nuestra tarea es que la palmera este buenísima. En Mallorca hacemos un hojaldre de mantequilla, bien trabajado y cocido en el horno por las dos caras. El hojaldre, aún sin cocer, con su plegado especial para la palmera lo cortamos bastante fino, así estará más crujiente.

Unimos dos palmeras con un relleno de trufa y luego las bañamos una a una, por uno de sus extremos, en un perol con cobertura de chocolate al 64%.

Una vez terminadas, las enviamos a las tiendas con nuestra mejor intención. Esperamos que muchos de nuestros clientes puedan disfrutar del momento de morder una de nuestras palmeras

Hoy no os he hablado de sus hermanas pequeñas, las minipalmeritas, otro día lo haré.
¡Esas sí que tienen peligro!.

Disfruta de las cosas sencillas, disfruta la vida y gracias por tu tiempo.

M.Carmen Moreno Nieto