SALMÓN aHUMadO

Como es más fácil criticar que hacer, este verano algunos colectivos han protestadoporque a España llegan más turistas de los que a ellos les gustaría. Supongo que sin pensaren los puestos de trabajo que estos turistas, nacionales o extranjeros, generan y el impulsoeconómico que produce en la mayoría de los sectores económicos. Porque señores críticos, la gente cuando viaja utiliza transportes, compra moda y desde luego duerme y come.

La hosteleríaun sector claramente beneficiado por el turismo se suministra de muchos grandes o pequeños productores españoles y esa industria que es la que debemos potenciar para recuperar lo perdido en estos años de crisis, existe en España.



Una de las cosas que más me gusta es ir a visitar a nuestros proveedores y hoy os quería hablar de uno de ellos, uno de estos elaboradores de nuestra tierra que mencionaba más arriba, de Carlos Piernas. Le conozco prácticamente desde sus inicios, hace unos 20 años y ya entonces me di cuenta de que ponía el corazón en lo que hacía.

Lo que hacía era ahumar salmón. En el transcurso del tiempo ahumó y lo sigue haciendo algunos productos más, de una forma sorprendentemente artesanal pero en una moderna nave. Produce humo en un horno frío con piñas, de los pinares cercanos a sus instalaciones y luego trata cada producto con diferentes terminaciones.



Los salmones de 12 Kg, llegan desde Noruega. He visto como los limpian, desespinan y tratan uno a uno. Una manipulación que dirige Carlos con la ayuda de un responsable japonés y con algunos empleados que dominan perfectamente los procesos.



En Mallorca sabemos que el verdadero lujo son los productos recientes y hechos con cariño. Por eso valoramos tanto a nuestros proveedores españoles, a gente que pone el alma en lo que hace y que son los artífices de que en España cada vez se coma mejor. La gastronomía es uno de nuestros valores y muchos de nuestros visitantes, además de sol y playas buscan nuestra cocina.

No os perdáis nuestro salmón ahumado y los ricos productos que elaboramos con él.



M. Carmen Moreno